lunes, 14 de abril de 2014

HORQUILLAS EN CÁDIZ

No entiendo de Carnaval, no entiendo de Semana Santa, pero de unos años para acá, estoy sintiendo que nuestro sello de identidad lo estamos perdiendo, como se diría la marca España, aquí sería el sello gaditano, que era lo que nos diferenciábamos de otros lugares, siendo nuestras tradiciones casi única en el mundo, pero eso lo estamos perdiendo porque en este lugar no tenemos cojones para nada, y digo nada.

No pongo en cuestión que sea mejor ni peor, solo digo que son nuestro, no discuto que luzca más, pero si podría discutir. Que no me vengan con milongas que tenemos que renovar y mejorar, ¡Pero quien coño son ellos para decir mejorar! ¡Quien le han dicho a ellos que nuestra Semana Santa hay que mejorarla! Lo que yo veía es que tenían que tener es más respecto a todo lo que ello conllevan tanto los de dentro como los de fuera, si vas a participar en estos acto hacerlo con más respeto ya que si sale en cualquier cofradía, tanto de penitente; si señor@s aquí se le dicen PENITENTE, penitencia, bandas, cargadores; si repito aquí son CARGADORES, la mujer con mantillas, capataces y porque no Los Miembros de  la Junta  de todas las cofradía que existen en esta ciudad, otro gallo cantaría.

Cada vez salen más temprano nuestras cofradías a la calle; porque dicen: que contra más tardes estén en la calle más falta de respecto ¡por parte de quién! No que ellos quieren recoger sus imágenes pronto para que ellos puedan seguir sus fiestoras y irse a otra ciudad para ver lo que a ellos le salen de mismo…

Desde cuando se ha visto en Cádiz en una recogida que el hijo no espere a su madre dolorosa y la metan corriendo en el templo; excusas: porque se forma follones.
Bueno y ahora vamos a ver si alguien me dice el motivo: aquí en mi bella ciudad siempre hemos sido mucho más de cristo ¡la verdad que no se porque! y no por esos no le tenemos respeto y cariño hacia ellas las Vírgenes que acompañan a nuestros titulares. Somos del Nazareno, nuestro Cristo de la Misericordia, más conocido como el Cristo de la Palma, el bello Medinaceli, nuestro fabuloso Perdón, nuestra joya el Cristo de La Buena Muerte mi bello y pequeñito Cristo de la Salud (Cigarrera) y así muchos más. A que viene ahora de un tiempo para acá quererle quitar el protagonismo que tiene en mi ciudad, empezando en los recorridos por sus barrios, grupos de personas jaleando a la madre de Dios como si estuvieras en la romería del Rocio, con mucho respecto a la romería.

Yo recuerdo en mis tiempos esas recogidas con ese hijo y esa madre enfrente uno de otros y esos cargadores exhaustos llevando a sus imágenes al cielo y un meció por aquí otro por allá, se me ponían los bellos de punta, y de fondo el sonido de una saeta.

Y el sello principal y único de nuestra particular Semana Santa es ese soniquete de esas horquillas recorriendo esas calles estrechas y la gente en silencio y entre cortada una voz que sale del tumulto de la gente cantando esa saeta al compa de esas horquillas, madre mía eso es una maravilla SEÑOR@S  

                                                                                                                                Por María Jesús M M 

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