sábado, 13 de noviembre de 2010

Cádiz, la ciudad que crece en vertical

Desde el punto de vista, más restringido, de su emplazamiento, se sabe que la ciudad se sitúa sobre una isla; más concretamente, en el extremo occidental de ella, al fondo de un alargado pedúnculo, mitas arenoso mitad rocoso, poco extenso, que los fuertes vientos del océano visitan con asiduidad.

La pequeñez de su espacio, se verá agravada por algunas decisiones de la Corona de castilla en época medieval considerando la proximidad al territorio musulmán, que, al reducir todavía más su término, vendrá a afectarla de forma duradera, en especial en lo que se refieren a sus posibilidades futuras de crecimiento, rentas y disponibilidad de suelo agrícola.


En 1303, Fernando IV había recompensado a Guzmán el Bueno, con la entrega, entre otras, de una aldea próxima de la ciudad, Chiclana.


Al otro lado de la bahía, frente a Cádiz, el Puerto de Santa María y su tierra, caía en poder de los Medinaceli en 1306.


Por último, Cádiz ve desgajarse de su jurisdicción, en tiempo ya de Alfonso XI, la alquería de Rayhana y la Isla de León (San Fernando) para ser entregadas a manos privadas, acción que confirmarían después los sucesores del monarca.


En tiempo de los Reyes Católicos (1483), la villa de Puerto Real, muy próxima a la ciudad, tendrá también su propio término.


De esta forma, en un corto espacio de terreno se forma o donan núcleos de población que ciñe a Cádiz obstaculizando su desarrollo. Ello, unido a su carácter de isla y, por tanto, rodeada en la totalidad de su perímetro por el mar, impide a la larga un crecimiento urbano desahogado, al tiempo que potencia en la práctica sus actividades económicas relacionadas con los espacios marinos.


Así, el carácter marítimo-comercial que le confiere su emplazamiento y posición geográfica se reafirma a finales del Medievo.


Con este panorama, la ciudad se verá particularmente cercada en sus posibilidades de expansión, sobre todo en épocas de aumento demográfico.


Cádiz es, pues, una ciudad con graves limitaciones para el desarrollo urbano, eso hace que crezca en altura: las casas de cuatro pisos, a veces de cinco, sobre todo en los barrios burgueses.


También se efectúan remodelaciones de zonas antiguamente urbanizadas o semiurbanizadas y se sustrae, terreno al mar, por los ochenta del siglo XVIII surge el barrio de san Carlos junto al baluarte de san Felipe, combinación de necesidades defensivas y demanda de vivienda.


Cuenta sobre todo, el terreno sustraído al suelo cultivable. Al término del Seiscientos se había edificado uno de los últimos espacios agrícolas de Cádiz intramuros; el llamado Campo de la Jara o Xara (alrededor de la actual plaza de San Antonio), en torno a los terrenos de la viña de Malabar, surge por la misma época (finales de los ochenta) el barrio de la Viña, en el ángulo suroeste de la ciudad.


A principio del XVIII, solo quedaba poco más de un tercio de suelo sin urbanizar, sobre las zonas este (extramuros) y noroeste del casco viejo (lo que hoy es la alameda de comillas, el parque Genovés y el antiguo hospital de Mora), próximo al mar.


Los terrenos cultivados se reducirán a unas pocas manchas verdes sobre dicho corto reducto y a los huertos de los conventos que se reparten por la ciudad, el de la Merced en pleno corazón del barrio de Santa María, entrego el suyo en 1738.


Fuera de la zona urbanizada quedaba únicamente el Hospital Real, iniciando en 1667, un pequeño almacén de pólvora y algún precario cuartel.


El proceso constructor, lejos de detenerse, prosigue hacia 1755, de las cererías de Peñalba-terreno de uso industrial-, entre San Lorenzo y la Viña, y de los terrenos próximos al Hospital real, entre éste y la plaza del Mentidero; la edificación de los llamados huertos de Cepeda cuyo proyecto data de 1777, la creación del barrio de San Carlos.


Después de todas estas acciones solo quedan libre, terrenos extramuros de la ciudad sometidos a las inclemencias de los vientos, donde empezará a surgir algún barrio (San José, en torno a la iglesia del mismo nombre y el nuevo cementerio a finales del XVIII y principio del XIX.


En pleno siglo XX, extramuros se encuentra casi urbanizada, de los cuales algunos barrios están sobre terrenos sustraídos al mar. Y entrado en el siglo XXI nace un nuevo barrio en los terrenos de astilleros, frente a donde va el nuevo puente de la Constitución o de la Pepa.


el último barrio en los terrenos de Astilleros

1 comentario:

  1. Hola Maria Jesus, que bien nos estás contando la istoria de Cadiz, en hora buena, saludos.

    Joaquina

    ResponderEliminar