martes, 27 de abril de 2010

Del Erytheia primitivo al Cádiz actual

La pequeña isla que quedaba al norte del canal Bahía-Caleta. Esta era la primitiva y autentica Erytheia, en cuyo solar se encontraba el altozano donde hoy se levanta la Torre Tavira y que constituía entonces, posiblemente, el lugar de asiento del Cádiz fenicio-púnico.


De esta isla, que denominaremos antigua Erytheia, dice Plinio que miraba hacia Hispania, como efectivamente ocurría, y que fue llamada Erytheia por Eforo y Filístides, Aphrodisias por Timeo y Sileno e Insula Iunonis por os naturales.


La denominación de Aphrodisias indica, por otro lado, que debe tratarse de la misma isla que según Avieno, basado probablemente en el antiguo Periplo se hallaba consagrada a Venus marinas.


La isla grande desde el actual Castillo de San Sebastián hasta, tal vez, el hoy Castillo de Sancti Petri que, según Timeo citado por Plinio, fue llamada Kotinoussa.


La actual Isla de León, de la que no se ha conservado denominación concreta alguna de época tan remota.


En el período romano. En cambio, el aspecto del archipiélago gaditano había variado sensiblemente, debido a la desaparición como tal del canal Bahía-Caleta como consecuencia del ya absoluto cegamiento de su tramo central. De esta forma, se constata entonces la existencia de sólo dos islas:

Una gran isla constituida por la unión de la antigua Erytheia con la Kotinoussa que llegaría desde el actual extremo NW. Del casco antiguo de Cádiz hasta, tal vez el Castillo de Sancti Petri.


La isla de León. Al haberse soldado la antigua Erytheia con Kotinoussa, se produjo un total confusionismo acerca de la situación de la mencionada isla Erytheia.


Así por ejemplo, Pomponio Mela llegaría a situar la Erytheia en las costas de Lusitania. Pero el caso más interesante es el de Avieno, puesto que es evidente que reduce Erytheia a la isla pequeña que queda a la vista en su época: la Isla de León. Esta reducción de Erytheia a la Isla de León de aquella época nueva Erytheia.


Es fácilmente comprensible, de esta manera, la distancia la distancia de cinco estadios, uno 925 metros, que señala Avieno entre esta nueva Erytheia y la tierra firme, ya que correspondería al ancho aproximado del caño de Sancti petri en época, posiblemente, romana.


Por otro lado, Avieno atribuía a esta nueva Erytheia, erróneamente, una muy antigua ocupación púnica, lo que había sido cierto para la auténtica antigua Erytheia, es decir, para la primitiva isla situada antaño al norte del canal Bahía-Caleta, pero no para la Isla de León, reducción tardía de Erytheia (nueva Erytheia).


Esta mezcla de noticia de diversos orígenes también explica que Avieno considerara a la isla de Venus marina de la que tendría conocimiento por el supuesto Periplo del siglo VI a.C., como otra isla deferente de Erytheia, cuando en realidad, como ya hemos visto, la Aphrodisias y la antigua Erytheia fueron la misma isla.


El territorio en que hoy se levanta la ciudad de Cádiz ha sido ocupado por poblaciones dispersas, de forma más o menos intermitente, esta aún por realizar la evolución de las distintas fases prehistóricas de la población.


Aunque, tal vez, no muy alejado del año 1000 a.C., se produciría las primeras arribadas de tanteo de los fenicios de Tyro.


Es evidente que, ya con anterioridad al siglo VII a.C., los fenicios debieron hallarse plenamente asentado, de forma estable, en la antigua isla Erytheia, la cual se encontraba separada de la isla grande por el canal Bahía-Caleta.


El mencionado núcleo colonial fenicio estaría constituido, con toda probabilidad, por un pequeño asentamiento, de unas 10 hectáreas de extensión, aproximadamente, emplazado en una ligera eminencia inmediata al canal Bahía-Caleta.


Esta zona de mayor elevación en la actualidad, merced a la superposición de niveles de origen antrópico, se corresponde con el altozano en cuyo vértice se encuentra la Torre Tavira.


El circuito de dicho asentamiento debió hallarse amurallado y de ahí su denominación de Gadir, (fortaleza).


Este núcleo debe identificarse también con el “Arx Gerontis” citado por el Periplo del siglo VI a.C., que sirvió de base a la “Ora Marina” de Avieno.


Tanto en la fase Bárkida como en los comienzos de la etapa romana, el núcleo urbano debió pervivir en el mismo lugar y con una extensión aún muy similar.


Debido al progresivo cegamiento del canal Bahía-Caleta y al consiguiente alejamiento de los desembarcaderos, se hizo necesario planificar una segunda ciudad en las inmediaciones de la nueva zona, nacería así la Neápolis o Ciudad Nueva que se encontraba ya en construcción en el año 46 a.C., según Cicerón.


La situación de la Neápolis debió ser por donde se hallan en la actualidad el barrio del Pópulo y una parte de Santa María, además de que por cierta zona de terreno perdida por la erosión marina desde entonces acá y de extensión aún indeterminada.


Esta reducción de la Neápolis queda corroborada, claramente, por la ubicación de las albercas o depósitos terminales del acueducto romano, cuya inmediatez a la ciudad puede suponer en la entrada al barrio de Santa María, junto a las fortificaciones dieciochescas de Puerta de Tierra.


Otros argumentos son, por parte, la situación del anfiteatro junto a las mencionadas albercas, y por el otro lado, el emplazamiento del teatro romano en pleno barrio del Pópulo.


La colmatación del antiguo canal Bahía-Caleta, provocó la creación de un nuevo barrio portuario (Neápolis), que junto con el antiguo núcleo de origen fenicio, constituiría lo que se dio en llamar la “Didyme”, en el sentido de ciudad doble.


Esta denominación, era del todo correcta, puesto que la Neápolis era una creación de nueva planta antigua.


Esto no era así no sólo por su erección planificada desde mediados del siglo I a.C., sino, por la separación física de los núcleos antiguos y nuevo que venía impuesta por la existencia intermedia del viejo cuse del canal Bahía-Caleta, el cual, aunque ya cegado en su tramo central, constituirá una depresión, aún no muy consolidada, que discurría entre las dos zonas altas habitadas de la Didyme.


Posteriormente, se produciría, al más ventajoso emplazamiento portuario de la Neápolis, un decaimiento del núcleo antiguo (la zona del la Torre tavira) a favor del desarrollo progresivo de la nueva fundación.


Esto llevaría, al abandono del núcleo más primitivo y a la concentración de la población en la época medieval, en el área del actual barrio del Pópulo (La Villa), es especialmente hacia el denominado “Monturrio”.


Más tarde, llegaría la Aparicio de los barrios de Santa María y de Santiago, a la completa urbanización intramural de la Edad Moderna y, por último, a la notable ampliación contemporánea que conocemos como Extramuros de Cádiz.


Con esta última reflexión, no han llegado al final del trabajo propuesto, no crean que se ha a agotado ni el tema ni las posibilidades de investigar, al contrario, esperan que el presente estudios sirva de base y permitan desentraña algunos, al menos, de los numerosos enigmas que todavía la más primitiva historia de la vieja Gadir.


El conde de Maule emitió ya la hipótesis de que el fondeadero de la ciudad más primitiva se hallaría en la caleta y que, posteriormente, Balbo el Menor debió trasladarlo a la parte que mira a la Bahía, Adolfo de Castro, era también partidario de esta teoría.


Ya en época reciente, Juan Antonio Fierro ha emitido la hipótesis de la existencia de un doble puerto en la época fenicia; un puerto militar en la Caleta y otro comercial en el área denominada “Puerto Chico” estando facilitada la comunicación entre ambas por un canalizo artificial abierto en el istmo de San Sebastián.


Sobre esta interpretación, es preciso hacer un par de observaciones; en la ensenada o caleta de Puerto Chico, la cual fue producida por la erosión marina, no es seguro que existiese en época tan antigua, y en segundo, que el canalizo del istmo de San Sebastián parece ser que data de época relativamente reciente


asentamiento primitivo de cádiz


Asentamiento fenicio (el Cómico)

Juan Miguel Pajuelo y José María Gener, han sacado a la luz en el solar del antiguo Cine Cómico de la capital gaditana, donde actualmente se construye el futuro Teatro de la Tía Norica, los restos más antiguos de la ciudad. Un muro fenicio datado en el siglo VIII a. C y restos materiales, muebles como lucernas, phitois -vasijas destinadas al almacenaje y transporte-, cuencos y platos han sido los hallazgos más recientes, junto a una fíbula, un peculiar objeto de bronce similar a un broche que se usaba para unir las prendas que componían el vestido. Esta última pieza, que presenta un perfecto estado de conservación, ha sido estudiada en los últimos días por una experta en orfebrería antigua del CSIC con la intención de determinar más detalles sobre su origen. «Estamos pendientes de que se le realice un estudio analítico junto a otros restos hallados en el yacimiento», explica Juan Miguel Pajuelo, actual director de los trabajos arqueológicos en el Cómico. Tanto este experto como su compañero José María Gener corroboran esta teoría en su base pero siguen creyendo en la existencia de un núcleo central (Gadir) a partir del cual se desarrolló el Cádiz fenicio, un epicentro que localizan en las entrañas de la capital.

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